Banderas de nuestros primos

La entrada de hoy versa sobre vexilología, que traducido al cristiano quiere decir que hoy hablaremos de banderas. Banderas extemadamente parecidas de países separados por miles de kilómetros de distancia, banderas raras, banderas recargadas, absurdas, extrañas, con formas y colores de lo más diverso, o, simplemente, banderas curiosas. Para inaugurar la entrada con cierta variedad, y como en este blog más de una vez hemos tratado de temas deportivos, mostraremos las banderas de los vigentes campeones de las competiciones internacionales más importantes del mundo; a saber: Campeonato del Mundo de Fútbol; Campeonato del Mundo de Baloncesto, Campeonato de Europa de Fútbol, Campeonato de Europa de Baloncesto, Abierto de Wimbledon, Abierto de Roland Garros, la Copa Davis, Rally Dakar, las de los cinco últimos ganadores del Tour de Francia y las de los vigentes líderes de las tres categorías del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Éstas son sus banderas:

OÉ OÉ OÉ OÉEEEE OÉEEE OÉEEE

Una vez demostrado el chovinismo irreparable de este, su blog fronterizo, entramos en harina. El número de banderas existente en el mundo es tan grande como el de estrellas en el cielo, islas en el mar o películas malas de Nicholas Cage, así que nos ocuparemos, fundamentalmente, de las banderas de los Estados independientes. Todas las banderas de las naciones del mundo se pueden representar con tan solo siete colores; blanco, negro, amarillo, rojo, azul, verde y naranja (sin contar los colores que puedan aparecer en los escudos dentro de las banderas). Y aunque hay multitud de diseños, del más simple al más recargado, la mayoría de ellos responden a los clásicos de dos o tres franjas horizontales o verticales. Así pues, no es raro que aparezcan banderas muy semejantes en países muy alejados tanto geográfica como históricamente. Por poner un ejemplo:

De izquierda a derecha, las banderas de Indonesia, Mónaco y Singapur

Las banderas de Indonesia y Mónaco son indistinguibles la una de la otra. De hecho, son idénticas. Ambas tienen siglos de historia y carecen de cualquier tipo de conexión. La de Mónaco procede de los colores heráldicos de la familia Grimaldi, reinante en el principado desde el siglo XII, mientras que la de Indonesia procede del Imperio Majapahit, que, con su centro en la isla de Java, llegó a controlar gran parte de las actuales Indonesia y Malasia entre los siglos XII y XV. A principios del siglo XX la bandera de Majapahit fue recuperada por los opositores a la dominación holandesa, y finalmente fue adoptada como bandera nacional tras la independencia del país, en 1945. La de Singapur, por su parte, fue diseñada por una comisión creada para ello en 1959; inicialmente se pensó en un fondo completamente rojo, pero se desechó la idea por parecerse demasiado a las banderas de países comunistas como la URSS; una vez decidida la inclusión del blanco alguien hizo notar la semejanza con las banderas de Indonesia y Polonia (idéntico diseño pero cambiando los colores de sitio), por lo que se añadieron las cinco estrellas para representar a la población china y el cuarto decreciente en representación de la población musulmana. Y así quedó la cosa. No es el único caso de banderas similares sin relación alguna. Veamos el siguiente ejemplo.

De izquierda a derecha, banderas de Andorra, Chad y Rumanía. La de Andorra es ligeramente diferente a las otras dos; las tres bandas verticales no son idénticas sino que guardan una proporción de 8:9:8.

Las banderas de la imagen sobre estas líneas son prácticamente idénticas y, como en el caso anterior, sin relación entre ellas. La de Andorra es un cruce (crossover, le dicen ahora) entre la francesa y la española, países que compartían la jefatura del Estado andorrano hasta anteayer, como quien dice. La bandera del Chad (con un color azul algo más oscuro que la de Rumanía) fue creada poco antes de la independencia del país. Originalmente la franja azul era verde, pero se cambió, precisamente, para evitar confusiones con otras banderas de países cercanos, como Senegal o Mali. Que las dos banderas citadas sean idénticas a la de Rumanía (salvo en las proporciones) se puede considerar un accidente.

Alfileres o pins de amistad con las banderas (de izquierda a derecha) de Andorra, Chad, Rumanía y Moldavia. Tomado de crossed-flag-pins.com, donde se pueden encontrar combinaciones tan improbables como Lietchenstein-Groenlandia, Turkmenistán-Dominica o, por qué no, Kosovo-Swazilandia.

Todavía hay más casos de banderas semejantes (véanse, por ejemplo, las de Colombia, Venezuela y Ecuador, las de Holanda y Luxemburgo, las de Ghana y Bolivia, las de Irlanda y Costa de Marfil, la de la India y la de Níger, las de Italia y México, o las de Argentina, Honduras, El Salvador y Nicaragua), pero también abundan las banderas que nunca jamás podrían tener una gemela en cualquier otro país. Pasemos, pues, a las banderas más recargadas del mundo:

Bután: Como su propio nombre indica, la bandera del país es de las pocas que incluye el color butano; también es la única que combina ese color con el rojo como colores nacionales; además de estos dos colores incluye un dragón llamado Druk, que representa al propio país, conocido en la lengua local, el Dzongkha como «la tierra del dragón». Es algo así como la bandera de España con el Toro de Osborne, sólo que en oficial.

Nepal: Un clásico. La única bandera del planeta que no tiene forma rectangular, lo que hace que su pin de amistad quede horrendo con cualquier bandera al lado. También es la única que es más alta que ancha. En realidad la bandera no es tal, sino la superposición de dos banderines del siglo XVII que, vaya usted a saber por qué, acabaron uno encima del otro. Hasta 1962, fecha de la independencia del país, el sol y la luna de la enseña tenían caras humanas , lo que hacía que más que una bandera aquello pareciera un decorado de los Teletubbies. Afortunadamente para el honor patrio nepalí, fueron retirados. Una sabia decisión.

Sri Lanka. Es conocida como la «Bandera del León», pese a que el animal que aparece en ella es, en realidad, un cruce entre el Gallo Claudio y un gato doméstico al que olvidaron cortar las uñas. Para justificar semejante despropósito vexilológico, los esrilanqueses han desarrollado toda una serie de significados para cada centímetro cuadrado de la bandera. Por ejemplo, la melena del león representa la observancia religiosa (!), la empuñadura de la espada la tierra, el agua, el fuego y el aire (!!) y el morro del león representa «la inteligencia» (!!!). La imaginación al poder

Turkmenistán. Es, posiblemente, la bandera más compleja del mundo, no me creo que haya un sólo Turcómano capaz de dibujarla de memoria, salvo algún mercader de alfombras. Porque lo que hay a la izquierda de la bandera son eso, alfombras. Por el amor de Dios, alfombras. Es como si la bandera de Colombia incluyera la imagen de Juan Valdez. De todos modos, la excentricidad de la bandera no es para tanto comparada con las sandeces a las que el presidente del país acostumbró a sus súbditos, que iban desde renombrar los meses del año con nombres de parientes hasta darle el nombre de su madre a la moneda del país, pasando por prohibir la ópera y el circo por ser «poco turcómanos».

Mozambique. A simple vista no parece demasiado rara o recargada, hasta que uno se fija en el emblema de la izquierda (click para ampliar). Lo que hay sobre la estrella dorada son, sí, un libro, un azadón… y un AK-47. De buen rollo. En plan hola, somos un pueblo súper pacífico y todo eso pero tenemos un fusil de asalto de fabricación soviética en nuestra bandera, y si no le hemos puesto unos intestinos colgando de la bayoneta es porque las franjas blancas de la bandera simbolizan la paz y con una contradicción fatal ya teníamos suficiente. ¿Qué tal? ¿Negociamos?

Para terminar esta entrada sobre banderas, qué mejor que hablar sobre banderas… dentro de banderas. En eso son especialistas las antiguas colonias británicas. Algo debieron hacer bien los ingleses cuando sus ex colonias los recuerdan en sus principales símbolos nacionales. En Australia, donde nominalmente la jefatura del Estado está en manos de la Reina de Inglaterra (al igual que en Canadá, Nueva Zelanda, Jamaica, las Bahamas, Belice… y así hasta dieciséis naciones independientes) la Union Jack en la esquina ha provocado no pocos debates, básicamente porque es sencillo confundir la bandera de Australia con otras veinte que hay por el mundo:

La crisis de identidad australiana. ¿Colonia, Estado, Nación, Brigada Anti incendios o Club Náutico? Cartel de Ausflag promoviendo cambiar la bandera para los JJ.OO. de Sídney del año 2000. En el cartel (click para ampliar) aparecen, entre otras, las banderas de Australia, Nueva Zelanda, Fiji, las Islas Cook, las Malvinas, varios estados australianos, la provincia canadiense de Ontario, el Cuerpo de bomberos de Nueva Gales del Sur y el Real Club Náutico de Sídney. En Nueva Zelanda existe un debate similar, y en Canadá ya tuvieron el suyo hace casi medio siglo, del que salió la bandera de la hoja de Arce. Las banderas de las provincias de Ontario y Manitoba, de hecho, aún conservan la Union Jack en una esquina.

Hay más banderas que contienen otras banderas. Por ejemplo, la de Haití (idéntica, salvo por el escudo, a la de Lietchenstein, como ya vimos aquí) se contiene a sí misma seis veces, y la de Ecuador cuatro. Pero mi favorita entre las banderas con banderas, por lo raro y desconocido del asunto, es la bandera de San Pedro y Miguelón:

Vale, lo siento, el chiste es tan malo y previsible que merezco la lapidación, pero era inevitable. Además, el nombre correcto del País es San Pedro y Miquelón. La auténtica bandera es ésta:

Además del barco pirata de Playmobil, en la bandera de este territorio francés en la costa este de Canadá aparecen otras tres banderas, a saber, la de los Normandos, la de los bretones y la del País Vasco, la Ikurriña.  La bandera conmemora la llegada de los colonos a las islas procedentes de Normandía, Bretaña y el País Vasco, y es, que se sepa, el único uso de la ikurriña relacionado con algo ajeno a lo vasco o navarro.

Fuentes: 1, 2, 3, 4.

Hay más material de lectura sobre banderas parecidas o idénticas en Byzigenious Buddalphalian (cágate lorito con el nombre) y en Zapatos fuertes.

Existe una web muy entretenida que puntúa las diferentes banderas de Estados independientes de 0 a 10 teniendo en cuenta factores como el diseño, la elección de los colores o la originalidad. Los comentarios al pie son de lo más cachondo. World’s Flags given letter grades (agradecimientos a Paco y Martín por el avistamiento)

Agradecimientos: Rafael, Martín, Isa, Gustavo, Paco y el resto de los seguidores de Fronteras en Facebook que colaboraron para la redacción de este ladrillo. Por cierto, querido lector, deberías dejar de hacerte fan de cosas como «Llevarse al Pulpo Paul a los exámenes tipo test» y hacerte fan de Fronteras. A la voz de ya. My ego needs you.

Si te ha gustado esta entrada, puedes menearla y todo.