Por qué algunos aeropuertos cambian los números de sus pistas cada cierto tiempo

Antes de responder a la pregunta-clickbait del título habrá que explicar por qué las pistas tienen números y cuáles son. Así que al lío. Cualquier pista de aterrizaje de un aeropuerto tiene dos extremos, que generalmente apuntan a las direcciones donde el viento sopla de manera más frecuente, porque los aviones se sustentan mejor volando contra el viento que a favor y siempre es mejor tener más sustentación que menos, por razones que no escaparán a los inteligentísimos lectores de este veterano rincón de la red. Para que los pilotos sepan por dónde tienen que aterrizar y evitar así innecesarias molestias como masacres, fuego y destrucción, cada uno de los extremos se numera según el rumbo que debe seguir el piloto para tomar tierra, o sea, exactamente el opuesto hacia el que apunta ese extremo de la pista en particular. Si el lector hace el titánico esfuerzo de recordar sus clases de Ciencias Naturales de primaria, colegirá sin excesiva dificultad que si un piloto tiene que volar exactamente hacia el este, su rumbo serán 90 grados, 180 hacia el sur, 270 hacia el Oeste y 360 hacia el Norte. Por lógica aplastante, extremos contrarios de una misma pista suponen rumbos exactamente opuestos así que es fácil calcular ambas cifras conociendo una (basta con restar o sumar 180). Dado que el número de pistas que puede tener un aeropuerto es limitado, se redondea la cifra hasta la decena más cercana y se le quita el último dígito. Así que una pista que vaya exactamente en dirección Suroeste-Noreste tendrá en uno de sus extremos el número 23 (225 grados, redondeamos a 230 y quitamos el 0) y en el otro el 5 (lo mismo pero con 45 grados).

Cabecera de pista indicando que discurre exactamente de Sur a Norte; en el otro extremo el número será el 18 (Wikipedia)

Seguir leyendo

Por qué Las Vegas no está en Las Vegas

Piensa en Las Vegas. ¿Qué te viene a la cabeza? Casinos, claro. El Caesar’s Palace, el Bellagio, el Venetian, el MGM Grand… pero también el cartelote de Welcome to Fabulous Las Vegas o la esfera esa descomunal recubierta de LEDs que abrió hace poco con cuarenta conciertos consecutivos de U2. Vale. Pues absolutamente nada de eso está en Las Vegas. De hecho la mayoría de los casinos de Las Vegas no están en Las Vegas. ¿Y dónde están? En un lugar llamado Paradise, Nevada. Y he dicho un lugar, y no una ciudad, porque Paradise, Nevada, no es una ciudad. ¿Qué demonios es entonces? Ahí vamos.

A ver, lo mismo no es

Seguir leyendo

Túneles, soldados y trampantojos. Viaje a la frontera de Corea del Norte, el último límite de la Guerra Fría

Orota, nuestra guía, oscureció el gesto mientras nos explicaba las estrictas normas para acceder al túnel. Seria como un cadáver, nos instruyó: nada de móviles ni cámaras, obligatorio llevar casco, no salirse de la fila, obedecer las órdenes y no acceder si se padece de claustrofobia. Dos de los integrantes de la expedición decidieron no arriesgarse y se quedaron fuera. El resto nos dispusimos a descender a las profundidades de la frontera coreana, el último vestigio de la Guerra fría.

Aquí, sufriendo

Seguir leyendo

Las capitales de Europa, en Estados Unidos

Es sabido que en EE.UU., dados sus orígenes europeos, hay decenas de ciudades que comparten nombre con ciudades de este lado del Atlántico. Dice la leyenda que cuando un grupo de colonos fundaba cualquier aldea, pueblo o burdel en un cruce de caminos agarraban un mapa de Europa y señalaban al azar un lugar para ponerle  nombre. La leyenda es más falsa que un euro de madera, pero sirve para ejemplificar la cantidad de nombres de ciudades europeas que hay en Estados Unidos. Hoy, en Fronteras, elaboraremos una clasificación no oficial de las capitales europeas más repetidas en EE.UU.

10.- Ámsterdam (11 ciudades)

Es sabido que el primer nombre de Nueva York fue Nueva Ámsterdam. Las sucesivas guerras entre holandeses y británicos acabaron con el intercambio de la isla de Manhattan por lo que hoy conocemos como Surinam, y Nueva Ámsterdam se quedó sólo como nombre de una isla en el Océano Índico bajo control de… Francia. La inmigración holandesa, sin embargo, creó otro puñado de Ámsterdams por todo el continente, casi todos pequeños pueblecitos a lo largo de vías férreas o carreteras que hoy no pasan de 300 habitantes,

Ámsterdam, Nueva York, son en realidad dos localidades distintas que se llaman exactamente igual y que están pegadas la una a la otra. Raritos, los neoyorquinos

Seguir leyendo

Makedonium: el Coronavirus de hormigón

Según el visitante asciende por la rampa de acceso el monumento emerge tras los árboles, como un sol hecho de cemento. Por el camino se dejan atrás esculturas extrañas, surgidas no sólo de otra época, sino quizás de otro planeta. Cuando termina el ascenso, el Makedonium se alza ante el visitante en todo su esplendor. Una figura tan improbable como sólida, tan contundente como liviana, depositada en lo alto de la colina por una civilización extraterrestre. Un coronavirus, pero de hormigón blanco y refulgente.

The Spomenikest

Seguir leyendo

La última frontera privada de Europa

Para llegar a Cedillo hay que ir a Cedillo. El pueblo está en el extremo occidental de la provincia de Cáceres, en un saliente de territorio español que, colgado del Tajo, se adentra decenas de kilómetros en Portugal. Para llegar allí hay que recorrer la carretera 374 de la Junta de Extremadura, que atraviesa 35 kilómetros de dehesas donde se cría el cerdo ibérico, entre alcornoques y quejigos. Cedillo no está de camino a ninguna parte, la única manera de salir de allí es por donde se ha venido. Salvo los fines de semana. Los sábados y los domingos se puede cruzar sobre la presa que lleva el nombre del pueblo y adentrarse en tierras portuguesas. Porque la frontera, en Cedillo, tiene un dueño, que la abre y la cierra cuando considera oportuno.

Poniendo los puntos sobre las Oes

Seguir leyendo

Veintisiete horas en un avión

Desde la ventanilla del avión la Tierra parece girar más rápido. A doce kilómetros del suelo las ciudades son pequeñas manchas bidimensionales en una infinita superficie monocromática, las cordilleras parecen de juguete y el azul del cielo lo invade todo. En el aire la vida está en pausa: el interior de un avión es el no-lugar por excelencia, un espacio anónimo donde las normas que rigen a ras de suelo han quedado momentáneamente suspendidas. El viajero está yendo del punto A al punto B, pero no está en ninguno de los dos. A es el pasado y B es el futuro, pero durante unas cuantas horas, no hay ninguna de las dos cosas, sólo un cilindro metálico a doce kilómetros del suelo con sus propias reglas, usos y costumbres.

Nuestra casa durante más de un día. Nótese la bandera francesa con la iluminación

Seguir leyendo

Spomeniks, la Yugoslavia cósmica de hormigón

Suelen estar en mitad de ninguna parte. Enormes pedazos de hormigón en remotos campos de cultivo o colinas alejadas de cualquier lugar civilizado. Sus formas parecen sacadas de una película de ciencia ficción, y parecen algo que una civilización extraterrestre hubiera olvidado allí inadvertidamente. Los hay por todas las repúblicas de la antigua Yugoslavia. Para el ojo poco acostumbrado del visitante ocasional, simplemente no tienen sentido. Pero tienen un significado real y profundo, que combinado con su estética vanguardista inconfundible, los hacen fascinantes. Son los Spomeniks. La Yugoslavia cósmica de hormigón armado.

Monumento a la Revolución Popular de Moslavina, en Pódgaric, Croacia, y un señor ahí para hacer de escala

Seguir leyendo

Kalawao County, por qué el condado más pequeño de Estados Unidos es un lugar maldito al que no se puede entrar

En Estados Unidos hay más de tres mil condados, una figura jurídica intermedia entre el Estado y el municipio cuyas competencias varían según el lugar. El más pequeño de todos ellos, y el segundo menos poblado, es el condado de Kalawao, en la isla hawaiana de Molokai. Una península de 30 kilómetros cuadrados a los que no llega ninguna carretera: la única manera de acceder por tierra al lugar es a través de un camino para mulas que baja de las montañas de medio kilómetro de alto que mantienen aislada la región. Y es que ese aislamiento es la razón de la existencia del condado. El aislamiento, y también la vida y milagros del patrón del Estado de Hawái: San Damián de Molokai.

El Condado de Kalawau. Todo él (The Atlantic)

Seguir leyendo

Estocolmo en primavera. Carne de reno, vino en lata y el cementerio más bonito del mundo

Como casi todas las ciudades, Estocolmo son muchas ciudades en una, círculos más o menos concéntricos que como los anillos de un árbol revelan la historia del lugar. Pero en el caso de la capital sueca esa trama urbana incluye al mar: no es que la ciudad mire al mar, es que el mar es parte integral e inseparable de la ciudad, como lo son las calles y los edificios, o como lo es un cementerio. En el caso de Estocolmo, el más bonito del mundo, y el único que es Patrimonio de la Humanidad.

Estocolmo y el mar

Seguir leyendo