El diamante en el desierto

Si hay un país del mundo en el que desplazarse por carretera de una punta a otra es una auténtica aventura, ese es Australia. Con sus más de siete millones de kilómetros cuadrados es el sexto país más grande de la Tierra, y recorrer sus infinitas carreteras supone enfrentarse a enormes extensiones de desierto deshabitado, temperaturas homicidas y cientos de kilómetros entre una gasolinera y la siguiente.

Ojo, canguros (click para ampliar)La construcción de carreteras asfaltadas que unieran los lejanísimos entre sí extremos del país no se inició hasta la II Guerra Mundial, cuando las necesidades logísticas y de transporte de materiales lo hicieron imprescindible. Construir una carretera de más de mil kilómetros de largo no resulta nada fácil. Especialmente cuando grandes tramos de la carretera se encuentran a cientos de kilómetros del lugar habitado más cercano. Hay que construir barracones para los ingenieros y demás trabajadores, asegurar un suministro diario de agua y alimentos y, de paso, habilitar pequeñas pistas de aterrizaje para avionetas que puedan atender urgencias médicas. Todo eso, cada cierto número de kilómetros, según la carretera avanza.

La Eyre Highway, llamada así en honor del explorador inglés John Eyre, es la principal vía de comunicación en la costa sur australiana. Recorre más de mil seiscientos kilómetros desde Port Augusta, en Australia Meridional, hasta Norseman, en Australia Occidental, atravesando el Outback, el desierto que forma la mayor parte del territorio australiano. El único pueblo digno de ese nombre que se puede encontrar en la carretera es Ceduna, con poco más de dos mil habitantes. Está a cuatrocientos kilómetros de Port Augusta. Desde allí hasta el final de la carretera en Norseman lo único que hay son cuatro pequeñas áreas de servicio, cada una a más de doscientos kilómetros de la más cercana. En toda la carretera sólo hay tres gasolineras abiertas las veinticuatro horas del día. Una cada 550 kilómetros. Como para quedarse sin gasolina, sí.

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Cartel en la Eyre Highway. «La recta de noventa millas. La recta más larga de Australia»

Una de estas tres estaciones de servicio es el Motel John Eyre, en Caiguna. Aunque decir que el motel está en el pueblo es inexacto. El motel es el pueblo. Está a 145 kilómetros en línea recta de Balladonia, la gasolinera más cercana. Cuando digo en línea recta, quiero decir exactamente eso. La Eyre Highway no tiene ni una sola curva entre los dos pueblos, lo que la convierte en una de las más largas del mundo, digna, quizá, de entrar en el Libro Guiness.

Pero si Caiguna está hoy aquí no es por esa hipotética marca, sino porque está muy cera de algo que, efectivamente, sí que figura en el libro de los récords. 13 kilómetros al noroeste del área de servicio, en mitad de la más absoluta de las nadas, se encuentra el mayor logotipo comercial del planeta, junto con las letras más grandes del mundo. Helo aquí:

Readymix_Logo_Australia
Logotipo de Readymix en el desierto australiano (clic en la imagen para mayor resolución). Imagen tomada de Google Maps.

Un enorme diamante con la palabra Readymix en su interior. Como algunos habrán adivinado, Readymix fue la compañía a la que el gobierno australiano encargó construir la Eyre Highway. El rombo de la imagen tiene dos millas de ancho y una de alto (3,2 y 1,6 kilómetros, respectivamente) y, por lo tanto, algo más de cinco km2 de superficie. En la medida estándar de superficie en los telediarios españoles, serían quinientos camposdefútbol. Cada lado del rombo tiene 1800 metros de largo. Las letras miden 240 metros de alto y 180 de ancho. El logotipo no está pintado, ni formado por placas de hormigón, ni nada por el estilo. Está tallado en el suelo de la llanura de Nullarbor (en latín, literalmente, sin árboles), levantando la superficie arenosa de la llanura para dejar a la vista la blanca piedra caliza de debajo.

R de ReadymixExisten varias versiones sobre el origen de semejante logotipo. Una de ellas afirma que fue dibujado por unos empleados de la compañía que se aburrían en sus ratos libres. Otra que se trata de una cuádruple pista de aterrizaje (por tamaño, desde luego, podría serlo). Pero la realidad es que, simplemente, en 1965 algún directivo de la compañía tuvo la idea de dejar para la posteridad un recuerdo en la zona, y como escribir «Readymix estuvo aquí» en la puerta del lavabo del motel no le parecía suficiente, sugirió la construcción de la gigantesca imagen de marca. Lamentablemente, olvidó pedirle permiso a los propietarios del terreno, una familia de ganaderos, que se dieron cuenta mucho tiempo después de lo que los obreros de Readymix habían hecho en su propiedad.

La cosa causó cierta polémica en su momento. Caiguna, además de una gasolinera, también era, en tiempos, una estación de radio que los aviones entre Perth y Adelaida utilizaban para orientarse, por lo que los vuelos diarios entre ambas ciudades hacían perfectamente visible el diamante. Uno de los pasajeros que lo vio era directivo de la Mobil en Australia, y solicitó a las autiridades el permiso para construir, en la misma zona, un logotipo gigante de su empresa. El gobierno se negó, temiéndose que la llanura acabara convertida en un tablón de anuncios, y la Mobil preguntó entonces cómo había obtenido la Readymix para plantar su logotipo. Cosa que el gobierno procedió a preguntarse también. Un funcionario gubernamental inquirió a la compañía por los permisos, y desde aquella le respondieron que el rombo, en realidad, era una pista de aterrizaje de emergencias para sus trabajadores. De ahí que, erróneamente, en muchos lugares se mencionara el diamante como una cuádruple pista de aterrizaje, aunque en las cartas aéreas nunca figuró así, sino simplemente como punto de orientación.Motel John Eyre (click para ampliar)

Durante varios años el dueño de la estación de servicio de Balladonia se encargó de mantener el diamante visible, con el permiso de la familia propietaria del terreno. Pero en 1980 la propiedad fue vallada, y se retiró el permiso para acceder al rombo. Desde entonces hasta ahora el diamante ha ido cayendo lentamente en el olvido. Las mejoras en la navegación aérea posibilitaron que los aviones se alejaran de tierra, por lo que ninguna ruta aérea pasa actualmente sobre la zona. El Libro Guiness, que había mencionado el logotipo en varias de sus ediciones, dejó de publicitarlo en 1991, al retirar la categoría de «las letras más grandes». El polvo y la arena del desierto van cubriendo poco a poco el gigantesco diamante, y dentro de no mucho desaparecerá de nuestra vista. Mientras tanto, los dueños del motel John Eyre seguirán organizando excursiones aéreas sobre la llanura para dejar perplejos a los viajeros.

Para saber más (en inglés):

La historia del logo la cuenta Brendan Whyte (el de los enclaves de Cooch Behar) en un artículo de 2005.

El logo en Googlesightseeing, página dedicada a husmear en Google Maps.

20 respuestas a “El diamante en el desierto

  1. Càtxum! 8-febrero-2008 / 4:32 pm

    Wow, Radymix asland… la asland, cementera de toda la vida. cerca de mi casa, en el vecino pueblo de montcada i reixach se alza el pico asland o turó de montcada. 275 metros en su día, hoy serán los 200 pelados por como se la han comido la cementera.

    Aquí unas fotos cuando la cementera todavía no le había metido demasiado la mano, año 1962 (foto mirando hacia barcelona)

    aquí hace pocos años (foto mirando desde barcelona)

    la situación

    podrías dedicarle un post a montcada i reixach, por sus innumerables fronteras, no administrativas, sino físicas

  2. diegonzalez 8-febrero-2008 / 5:43 pm

    Conozco la cementera, sí. En una ocasión acabé perdidísimo por culpa del GPS y acabé dando la vuelta en sus instalaciones, colándome con el cochecito entre dos camiones.

    Estuve allí algo menos de cinco minutos y al día siguiente tuve que lavar el coche de la cantidad de polvo que se le acumuló…

  3. muskarditz 11-febrero-2008 / 10:17 am

    Aún a riesgo de encasillarme como asesor literario, hoy me permito recomendar otra lectura para ilustrar este post: «En las antípodas» de Bill Bryson. Relato plagado de humor de varios viajes del autor por Australia. Altamente recomendable. Lo conocí por la reseña que hizo de él tu hermano en su blog y desde entonces ya me he leído varios libros de Bryson.

  4. diegonzalez 11-febrero-2008 / 12:01 pm

    Lo leí hace unos años, cuando Remo se fue a hacer las Australias. Es sencillamente genial. Desde entonces Australia me fascina como pocos lugares en el mundo.

  5. Alber 22-agosto-2008 / 3:23 am

    Qué bueno lo de la unidad de los telediarios españoles… 500 camposdefútbol XDD

  6. Alber 22-agosto-2008 / 3:25 am

    Y en cuanto a lo de la cementera, no sé porqué se arma tanto revuelo con las minas, cementeras, canteras y demás, a ver de dónde tiene que salir el cemento o la tierra para el hormigón. Como siempre lo queremos todo, pero sin sacarlo de ningún sitio.

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